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Día Mundial De la Salud

Desde 1950, el Día Mundial de la Salud se viene celebrando cada 7 de abril. Ese día, en todos los rincones del planeta, cientos de eventos conmemoran la importancia de la salud para una vida productiva y feliz.. Todos los años se elige para esa jornada un tema de salud específico a fin de destacar un área prioritaria de interés para la Organización Mundial de la Salud. Esta vez toca a la resistencia a los antimicrobianos. La medicina de hoy en día depende de los antibióticos y de otros antimicrobianos para tratar enfermedades que eran mortales hasta hace poco, como en el caso del VIH/SIDA. Cuando aparece la resistencia a los antimicrobianos, estos medicamentos dejan de ser efectivos. Por eso este año, la OMS hará un llamamiento a la acción para detener la propagación de la resistencia a los antimicrobianos mediante la adopción por todos los países de seis medidas de política para luchar contra dicha resistencia. Es un problema que cuesta dinero, medios de subsistencia y vidas humanas y amenaza con quebrantar la eficacia de los programas de atención de la salud, afectando a la estabilidad mundial y la seguridad de los países. Las medidas para controlar este fenómeno siempre hacen énfasis en la educación del paciente y del que prescribe los medicamentos, las leyes que regulan el uso de los antibióticos y el control de las crecientes infecciones en los hospitales. En relación con Europa y otros países occidentales como Estados Unidos y Canadá, España muestra registros muy desfavorables de resistencia, especialmente en gérmenes bacterianos de ámbito extrahospitalario, por lo cual la prevención con el paciente es tarea priorizada. Madrid, ciudad cosmopolita de mucho tráfico de población y punto turístico es un área de alto riesgo. De esto se habla muy poco mientras se inauguran hospitales incompletos.

La nueva ética del sofá

Un sujeto encuentra a su pareja teniendo sexo con un amante en el sofá de su casa. Como solución al conflicto decide tirar el sofá. Es un viejo chiste convertido en penosa realidad con el problema de las bajas laborales por causa médica conocidas como incapacidad temporal. Un proceso costoso para la Seguridad Social, que paga esta prestación con el dinero de todos. Se sabe que los mayores factores que contribuyen al elevado coste de estas bajas son el burocratismo y el fraude. Por un lado la lentitud en el manejo de las bajas acentuado por la escasez de médicos y por los tiempos muertos que se crean con confirmaciones y altas que en muchos casos se pueden determinar desde el día del diagnostico inicial. Por el otro, el fraude como la corrupción son consecuencias de las vilezas del carácter de algunos seres humanos. La solución del Instituto Nacional de la Seguridad Social ha sido destinar millones de euros para convenios de colaboración con las autonomías que incentivan con dinero a los médicos que consiguen reducir más el tiempo de las bajas. Nada de incrementar la vigilancia del fraude o reducir el proceso burocrático. Madrid es parte de estos convenios desde 2009 y ahora promociona un mensaje publicitario para reducir las bajas con la imagen sonriente de un médico. Lejos queda el precepto ético y milenario del juramento de Hipócrates: “No permitiré que entre mi deber y mi enfermo vengan a interponerse consideraciones de religión, de nacionalidad, de raza, partido o clase”.